Acabo de leer un cómic excelente
titulado “Paseo de los Canadienses” de Carlos Guijarro (reportaje aquí). Cuenta una historia increíble,
muy poco conocida, indignante y sobre todo muy triste. En la actualidad existe un paseo (inaugurado en 2006) que
discurre paralelo a la playa malagueña del Peñón del Cuervo en dirección hacia
Almería. ¿Por qué este nombre? En febrero de 1937 un número indeterminado de población
civil, mujeres, ancianos y niños –entre 50,000 y 100,000- huyeron de la capital
malacitana ante la llegada de las tropas franquistas del general Queipo de
Llano. El médico canadiense Norman Bethune junto con sus ayudantes Hazen Sise y
Thomas Worsley recogieron a todos aquellos que no podían seguir la marcha a
pie (más detalles aquí). Los testimonios de aquellos días quedaron recogidos en el libro “El crimen
de la carretera Málaga-Almería” (libro aquí) y en las 26 fotografías realizadas por Hazen
Sise. Recientemente, en noviembre de 2014, se celebró una exposición muy interesante comisariada por Jesús Majada titulada “Norman Bethune, la Huella Solidaria” (libro de Majada, 2008, en pdf aquí). Y es que el Paseo de los Canadienses tiene otro nombre más siniestro: “La
carretera de la muerte”.
(Lo que viene a continuación incluye demasiado spoiler y sinceramente es una pena no comprar el cómic !!!!)