domingo, 12 de julio de 2015

El futuro inmediato de Grecia: una reflexión de Fernando Savater


Original The Guardian / Fabrizio Goria
A día de hoy Grecia tiene dos opciones. 
i. Seguir en la eurozona. A cambio se impone una negociación complicada en la cual las instituciones europeas únicamente estarían dispuestas a conceder nueva financiación a Grecia a cambio de reformas y ajustes necesarios que garanticen una economía competitiva y fiscalmente viable. Según el excelente análisis que realiza Jordi Gual, la clave del acuerdo estará en la “secuencia temporal entre las reformas, el desembolso de los fondos y el momento en que se relajen las condiciones de financiación”.
ii. Abandonar el euro (grexit). A corto plazo, se introducirían pagarés para hacer frente a las restricciones de liquidez tras no llegar a un acuerdo con las instituciones europeas. Estos pagarés constituirían la nueva moneda helena la cual tendría una capacidad de compra muy pequeña. Esto provocaría un importante desabastecimiento de los comercios y la quiebra de muchas compañías y entidades financieras. En este contexto, la deuda que mantiene Grecia con los acreedores internacionales sería totalmente imposible de pagar: la deuda estaría en euros y los griegos solo podrían ofrecer dinero en una moneda griega fuertemente devaluada y que nadie querría.


jueves, 9 de julio de 2015

¿Por qué la deuda privada se convierte en deuda pública? ¿Por qué los gobiernos prestaron (prestan) dinero a los bancos?



Informe McKinsey Global Institute
Imaginemos que tenemos una empresa de cualquier tipo: agencia de viajes, peluquería, tienda de zapatería, empresa de consultoría económica, etc. Generalmente una vez que realicemos nuestro servicio, el cliente tardará un tiempo en pagarnos: 30 días, 60 días o incluso más tiempo. Por ejemplo, las administraciones públicas (gobierno central, gobiernos autonómicos, ayuntamientos, universidades, etc.) tardan en pagar a los autónomos una media de 85 días, casi tres veces más de los 30 días que marca la ley. Dado que tenemos que pagar a nuestros trabajadores, las entidades financieras nos adelantan el dinero a cambio de un tipo de interés. En otras palabras, el banco presta dinero a las empresas que éstas devolverán una vez que sus clientes (otras empresas privadas o las administraciones públicas) abonen las deudas que tenían contraídas.

Mientras tanto, ¿qué hacen los bancos? Las entidades financieras invierten y dejan una parte en provisión para las posibles necesidades de efectivo (véase el concepto de coeficiente legal de caja). Al igual que otros bancos, el sector financiero español tiene su dinero invertido en distintas actividades (invierten en empresas o prestan dinero a las administraciones públicas) y piden dinero a otros bancos de EEUU, Alemania, Francia, Inglaterra, etc. En el caso de España, los principales acreedores (prestamistas) de la banca española antes de que comenzara la crisis financiera de 2008 eran los bancos alemanes que habían invertido en productos financieros asociados con las hipotecas subprime estadounidenses.