El escritor argelino Boualem Sansal ha escrito una pequeña joya: 2084. El fin del mundo. En ese año Ati vive en un vasto imperio totalitario llamado Abistan, en el cual predomina la
sumisión a un dios único (se reza nueve veces al día), la amnesia colectiva y un único idioma (abilang). Al mismo tiempo, la denominada Fraternidad de la Justicia compuesta por los cuarenta creyentes más fieles señalan la línea a seguir coadyuvados por un sistema policial y judicial a su servicio. No hay discrepancias: después de las oraciones de los jueves se suceden las ejecuciones para los disidentes. Asimismo las mujeres van cubiertas de los pies a la cabeza. En un momento dado, con el paso del tiempo, Ati empieza a tener dudas y decide emprender un
viaje para resolver sus dudas y que paralelamente pondrá en cuestión la sociedad en la que vive. Este libro es claramente una distopía con evidentes influencias del Mito de la Caverna de Platón y de 1984 de Orwell.
Entresaco un fragmento de la excelente entrevista realizada para el programa Hoy Empieza Todo con Marta Echevarría (radio3) a cargo de Jorge Barriuso (28.09.2016 Barriupedia del fin del mundo) (aquí o aquí)
(...)
La fe es peligrosa para el sistema. También en lo
que toca a las ideologías civiles (…) Comunistas demasiado convencidos no son demasiado
de fiar. Tienen aura. Cuando tienes fe te sale un aura y así puedes tener
discípulos. Pero los beatos, los hipócritas son formidables.
[Según el entrevistador (…) la hipocresía es mucho más
efectiva que la fe (...) Si tú tienes fe, en un momento dado te la planteas y
entonces tienes dudas. Si eres hipócrita no tienes dudas nunca]
Y a mí me extraña que los islamistas nunca hubieran
pedido a la gente que captan que fueran más espirituales, más creyentes. Nada
de nada.
Tan solo se trata de rezar. Que creas o no creas no
es importante. Si es Ramadán, no debes comer, no debes beber. Eso es todo.
(...)
Yo creo que desde el punto de vista histórico el
tiempo de los árabes se ha acabado. Hemos descubierto que árabe es una ficción.
Si llamas árabe a un argelino se ofende. Te dirá yo no soy árabe, soy bereber. También
en Marruecos y otros lugares. Esta ficción se está derrumbando. Son países
totalmente diferentes, pese a haber creado la Liga Árabe para hacer cosas
juntos. No hacen nada juntos. No están de acuerdo en nada.